¡El baño de hielo ha cambiado mi vida por completo!
Elegir el baño de hielo cada día es para mí un auténtico reto.
Es mi viaje diario fuera de mi zona de confort, un acto de superación que me mantiene enfocado. Me duché con agua fría durante un año y ahora el barril de hielo es un desafío adicional.
En este ambiente helado no hay preocupaciones, ni pensamientos, ni miedos: sólo mi cuerpo y mi concentración. Entrar en este frío por la mañana me recuerda mi objetivo, por qué elegí este camino. No importa lo desafiante que haya sido el día anterior, la frialdad de la zona de confort me ayuda a nunca rendirme.

¡Sólo puedo recomendarlo a todo el mundo!

Nos encanta, a toda mi familia.
Mi esposa, mis dos hijos, de 15 y 17 años, y yo estamos obsesionados con entrar en el barril de hielo durante 3 o 4 minutos todos los días.
Tengo 44 años y pronto correré un maratón, y el barril de hielo me ha ayudado mucho con la recuperación y la regeneración.
¡Gracias por el gran producto!

Originalmente pensé que quería un lavabo estilo bañera. Pero después de usar el barril de hielo, me alegro de haberlo conseguido. Para mí bucear hasta el cuello es cómodo y ocupa menos espacio.

“Para mí, el baño de hielo es mi forma de meditación. Para mí, desconectar de la rutina diaria y concentrarme simplemente en la respiración y en mí mismo es un lujo puro. Me he vuelto adicta a sentir mi cuerpo en el agua fría, y los minutos posteriores en los que todo mi organismo se siente revitalizado. Aparte de los efectos increíblemente positivos sobre el sistema inmunológico, el sistema cardiovascular y la regeneración de todo el cuerpo, el baño de hielo se ha convertido para mí en un efecto de “tiempo para mí” y no quiero perdérmelo más. “El barril de hielo es práctico, elegante, muy fácil de usar y me permite meditar todos los días en el jardín de mi casa”.